Recortamos círculos de papel (no necesariamente iguales) y los extendemos sobre una mesa de modo que haya algunos solapados (con parte interior común), pero de tal forma que no haya ningún círculo dentro de otro. A continuación, recortamos todas las partes no solapadas. Demuestra que es imposible ensamblar las piezas resultantes para componer con ellas círculos disjuntos.
Solución. Por reducción al absurdo, supongamos que hemos conseguido ensamblar un círculo $C$ con más de una de las piezas recortadas. Entonces, su circunferencia $\Gamma$ tiene que estar formada por arcos de los círculos originales y, en particular, habrá algún punto $P\in\Gamma$ en donde lleguen piezas $\Omega_1,\ldots,\Omega_n$ con $n\geq 2$. Estas piezas deben tener un vértice en $P$ y dos arcos que lleguen a $P$. Esto nos dice que existen arcos de circunferencia $\Gamma_0,\Gamma_1,\ldots,\Gamma_n$ interiores a $C$, con extremo en $P$ y de forma que $\Gamma_k$ y $\Gamma_{k+1}$ están en la frontera de $\Omega_k$. Como quiera que $\Gamma_0$ y $\Gamma_n$ son parte de $\Gamma$, estos son arcos convexos en la frontera de $\Omega_0$ y $\Omega_n$. Cuando vamos recorriendo los arcos desde $\Gamma_0$ a $\Gamma_n$, debe haber dos consecutivos que encierren una región convexa (ya que $\Gamma_0$ y $\Gamma_n$
se curvan en distintas direcciones
). Esto nos dice que la pieza $\Omega_k$ que tiene frontera esos arcos tiene un vértice en donde llegan dos arcos convexos, pero esto no puede ocurrir ya que hemos descartado las piezas solapadas por hipótesis y en todos los vértices de una pieza no solapada llegan dos arcos cóncavos o bien uno cóncavo y otro convexo.